En la anterior entrada, dedicada al aniversario del P2C Lending, hablábamos de la importancia que estaban teniendo las redes sociales en diversos aspectos de la vida cotidiana de las personas. Unos meses después nos encontramos, que gracias a estas redes sociales, regímenes autoritarios de muchos años ( Túnez y comienzan en Egipto) han visto llegar a su fin, tras levantamientos organizados desde las mismas.
Si analizamos este fenómeno se puede ver que es una evolución natural del ser humano hacia una inteligencia colectiva; una inteligencia formada por millones de personas interconectadas semejante a un gran "cerebro mundial" donde las neuronas son cada una de estas personas, las conexiones neuronales sería internet y los transmisores las redes sociales.
Los ciudadanos toman conciencia poco a poco y son cada vez menos tolerantes con las tradicionales formas de gobierno, poco flexibles, poco interactivas y alejadas del ciudadano, que se transforma en una caída alarmante de la confianza en los gobiernos, agrabada por la crisis que sufrimos. No tiene sentido, en un mundo en el que nos podemos comunicar con la otra parte del planeta en milisegundos, hacer transacciones casi instantáneas, que la mayoría de los procesos electorales sean cada 4 años con casi nula participación/influencia ciudadana a partir de la constitución de los nuevos gobiernos elegidos (y eso en las democracias más arraigadas no hablamos ya de países donde ni tan siquiera es posible esta elección). Como decía, la ciudadanía está tomando conciencia de ello y empieza a exigir más participación.
Esto mismo se puede trasladar al terreno de la banca. Estamos asistiendo al mayor desajuste económico desde el crack del 29, propiciado por prácticas bancarias dudosas y poco éticas, en pro de una libertad de mercados que están provocando la autofagocitación de los mismos. Este desajuste, está obligando a los gobiernos a endurecer las condiciones de solvencia de las entidades financieras (
Basilea), y en el caso del gobierno español, a reestructurar las cajas convirtiendolos en bancos casi estatales.
Por tanto, y viendo la creciente influencia de las redes sociales en la sociedad, no debería ser descabellado pensar en una banca espontánea, que surgiera de la conciencia colectiva. Imaginemos por un momento que en una red social alguien pide ayuda para un proyecto, y de una forma organizada, varios cientos de personas de esta red aportan dinero para el mismo, un proyecto que necesita ese empujón para empezar a andar. Estas personas se han comportado como un "banco", pero un banco cuyo objetivo no es ganar dinero sino ayudar, ayudar a crear riqueza que luego repercutirá en el pais cual efecto mariposa. Si esto lo replicamos, en distintos proyectos con un nùmero de personas importante, podríamos hacer muchas cosas por nuestro pais. Imaginad si lo que cada mes gastamos en una copa, 10 euros, lo emplearamos en ayudar a alguien que tiene un proyecto. Me gustaría saber que pasarìa si esto lo hace solo el 10% de los usuarios de facebook de España, es decir, 1 millón de personas. Imaginais cuantos pequeños proyectos, pequeñas pymes, se pueden ayudar con 10 millones de euros. Y cuantos serían los beneficios para nuestro paìs.
Evidentemente, una plataforma así plantea una serie de problemas: honestidad de los receptores de la ayuda, viabilidad de sus proyectos, seguimiento de los mismos...etc pero es trabajo que se puede realizar, entre mucha gente, con el objetivo del bien común. Sería una buena forma de plantear alternativas imaginativas a la crisis y posibilitarían el nacimiento de lo que yo llamaría el "Social Network Banking".
En partizipa.com ya tenemos una parte: los proyectos, tenemos cientos de iniciativas de pequeños emprendedores que buscan dar viabilidad a sus proyectos. Proyectos que necesitan un pequeño empuje, ahora lo que hay es que empezar a ver cómo crear una plataforma para gestionar esas ayudas y por supuesto, la implicación de muchas personas para hacerla realidad. El objetivo no es ganar dinero, el objetivo es el bien común y dar soluciones a los problemas de mucha gente.
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